20 de abril de 2010

Golpe final

Edwin Valero, ex campeón de boxeo de los pesos ligeros del Consejo Mundial de Boxeo, fue encontrado ahorcado con sus ropas en una celda en el estado de Carabobo, donde fue detenido después de que se encontrara el cadáver de su esposa en la habitación de un hotel. Pero no se trata de un acontecimiento puntual dentro del mundo del boxeo. De hecho, hoy en ABC se puede leer una pequeña lista de casos representativos.
Que el deporte es bueno no se pone en duda. Pero el boxeo… ¡Que no dudo yo que el boxeo sea un deporte! Lo que dudo es que sea bueno. Recibir tantos golpes, y más voluntariamente, no puede ser sano. Lo primero por cuestiones físicas evidentes y por posibles (pero reales) lesiones cerebrales que pueden derivar en psicológicas. Lo segundo, lo de recibir tan brutales golpes de forma voluntaria, me parece, cuando menos, preocupante.
Pero más preocupante me parece el hecho de que cuando uno decide ser boxeador, y para ello se entrena, no lo hace para recibir golpes, aunque sepa que los va a recibir y se prepare para encajarlos de la mejor manera posible; lo que más me preocupa es que cuando uno quiere ser boxeador es porque quiere “moler a palos” a otro. ¿Ese deseo desaparece alguna vez?
Lo pregunto porque un amigo mío estaba una vez en una discoteca con su novia y ésta le dio, mientras bailaba, sin querer, un codazo a un chico que estaba detrás de ella. Este chico se puso violento con ella y su novio, alto y de complexión ancha, la defendió. Mi amigo era más grande que el otro (le sacaba dos cuerpos según me dijeron, pero la exageración siempre juega un gran papel en este tipo de historias), pero dio la casualidad que el otro era campeón de no se qué competición menor de boxeo. El resultado fue que “el pequeñín” le dejó a mi amigo la cara como un cristo y perdió su licencia para pelear.
¿Le merece la pena perder su permiso para competir en un deporte por una pelea “de chiquillos” en una discoteca? ¿De haber pensado que esto podía ocurrir habría podido controlar su ira? Supongo que un buen deportista, con la cabeza sobre los hombros, habría dejado a un lado su capacidad noqueadota cuando se tratase de una disputa “con un civil”, pero lamentablemente no todos los boxeadores tienen la cabeza en su sitio.

13 de abril de 2010

Colorín Colorado

Para Carmen Martín Gaite, escritora salmantina que falleció en 2000, uno de los males de la modernidad es que el hombre cada vez narra menos. Ella veía el origen de esto en que a los niños ya no se les cría con cuentos, y para ella, los cuentos infantiles, eran de gran importancia. Buen ejemplo de ello está en su más que recomendable novela La reina de las nieves.

El protagonista de esta novela es un chico, un hombre, que está fuertemente influido por un cuento que su abuela le leía de niño: “La reina de las nieves”, de Hans Christian Andersen. Y está tan influido por el personaje masculino, con el cual se identifica en alguna ocasión a lo largo de su vida, como por el personaje femenino, con el cual también se identifica en otros momentos. E incluso en algún momento se identifica simultáneamente, por distintos motivos, con los dos personajes a la vez.

Como ya he dicho, me parece una novela altamente recomendable. De hecho, varias personas de mi entorno ya la han leído por culpa de mi insistencia. Cierto es que no todas las opiniones que ha causado esta novela entre los que la han leído coinciden con la mía, pero yo, aún así, se la sigo recomendando a todo el mundo. Como también se la recomiendo a la Ministra de Igualdad, Bibiana Aído.

No sé qué considerará ella o los miembros de su Ministerio qué son los “cuentos clásicos” o qué considerarán que son los “estereotipos sexistas”. ¿La reina de las nieves es un cuento clásico? ¿Muestra estereotipos o comportamientos sexistas? ¿Y La Cenicienta? ¿Y Blancanieves? Lo pregunto porque, según se puede leer hoy en eldiariovasco.com, “el Ministerio de Igualdad de Bibiana Aído pretende acabar con la lectura en las escuelas de cuentos clásicos como el de Blancanieves o La Cenicienta porque a su juicio fomentan estereotipos sexistas”. Antes de que esta noticia nos haga entrar en sock y la rechacemos por completo, reflexionemos sobre ella.

Hay quien argumenta, y desde hace ya bastante tiempo, que Disney no le hace ningún favor a los niños presentando a los animales como seres parlantes, amigos unos de otros sin tener en cuenta la diferencia entre las especies ni la lucha animal natural que supone la cadena alimenticia de algunas de ellas. Pero los defensores de esta práctica podrían argumentar, por su parte, que esto les enseña a los niños que no hay que discriminar a otras personas por que sean diferentes. De acuerdo. Salvo que los niños blancos, los niños negros, los niños chinos, etc. son todos niños humanos; mientras que el “niño” Bambi es un cervatillo y su amigo el “niño” Tambor un conejo.

Por otro lado está el modo educativo de Barrio Sésamo, también cuestionado por muchos al presentar la realidad como un eterno sistema dual. Para este programa infantil todo es o sí o no, o bueno o malo. Existen los términos medios. Pero supongo que es difícil incluirlos cuando lo simplificas todo a su expresión más simple. Los niños son niños y están aprendiendo. Pero aprenden. Si le enseñas a un niño que hay mil maneras de afrontar una situación, aprenderá mil maneras de afrontarla; si le enseñas que las cosas son o buenas o malas, llegará en algún momento en su vida a encontrarse ante algo que no sabrá cómo entender, pues hay cosas que no siendo buenas, no son necesariamente malas. Pero enseñar esto a un niño es muy complicado. Muy, muy complicado. Pero no para el niño, sino para el educador.

Los niños (y considero que no sólo los niños, pues sino la publicidad no funcionaría tan bien como funciona) aprenden por imitación. Es cierto. Pero el que en un cuento vean que Pedro Picapiedra va a trabajar a la cantera mientras Vilma se queda en casa cuidando del bebe no quiere decir que más tarde, o simultáneamente, pues además de ese cuento se encontrarán con mucha más información, como por ejemplo la propia situación que vivan en su casa, vean que la mujer también puede ir a trabajar fuera de casa y que el hombre también puede cuidar de su bebe. Aprender a que los cuentos son cuentos también forma parte del aprendizaje.



12 de abril de 2010

Buenas noticias: no hay crisis

España contribuirá con 2.500, 3.594, 3.600 ó 3.675 millones de euros (dependiendo del periódico en que se lea…) a combatir la crisis en Grecia. Esto no puede más que significar una cosa: ¡en España no hay crisis!

Yo no logro explicarme, y lo llevo intentando un tiempo, cómo un país que no tiene dinero para pagar las subvenciones al desempleo puede contribuir con tanto dinero a evitar la crisis de otro. Y no me lo explico por la sencilla razón de que me dijeron una vez que las matemáticas eran una ciencia exacta. O hay dinero o no lo hay. ¿Se puede pagar a los desempleados? No, no hay dinero. ¿Pero unos meses más tarde… se puede prestar dinero a Grecia? Sí, unos 3.000 millones de euros.

Desde hace ya bastante tiempo se nos viene diciendo que España es el país que peor y el que más lentamente está saliendo de la crisis, y sin embargo, hoy en elpaís.com se puede leer que el nuestro será el cuarto país que más aporte en este plan de rescate a Grecia. A mí, cuanto menos, todo esto me mosquea. Y no me atrevo a preguntar de dónde ha salido el dinero que ahora tenemos para pagar crisis ajenas que antes no teníamos para pagar las propias, pues capaz considero al gobierno de decir que este dinero lo han traído los Reyes Magos. ¿En abril? Pues sí. Si tragamos con que el dinero de las arcas del Estado lo traen los Reyes Magos, porqué no aceptar que lo hacen en abril.

Sin embargo, lo que más me llama la atención al consultar esta noticia en la prensa española de hoy, es que en la portada del periódico en formato papel de ABC no se habla de ella, sino que se reseña que “España se cae del “top ten” de las potencias económicas mundiales”. Además, dice que “el FMI sitúa a nuestra economía en el puesto duodécimo en 2014”, como si los analistas del FMI pudieran ver el futuro. Sé que este tipo de estudios se hacen así, con miras de futuro, pero no le veo utilidad si no sirve ni para evitarlo ni para prevenirlo ni, incluso, para solucionarlo. Además, si en 2014 la economía española no está en el puesto duodécimo de las potencias económicas mundiales, el FMI no asumirá ninguna responsabilidad. No importará que se haya equivocado, entre otras cosas, porque de aquí a 2014 esa previsión tiene que cambiar aún varias veces. Es como cuando el Gobierno dice que saldremos de la crisis antes del fin del mes tal de tal año, ¿se dan cuenta ustedes de que cada vez ponen esa fecha más lejos? Luego dirán “lo ven, se ha solucionado la situación antes de lo que dijimos…”. Pero esto es otro tema.

11 de mayo de 2009

Mis problemas (no) son solo mios

Ayer, 10 de mayo de 2009, se celebró en Madrid la Sexta edición de la Carrera de la Mujer de Madrid 2009. El objetivo era recaudar fondos que se destinarían a la lucha contra el cáncer de mama.

En esta carrera podían participar "todas aquellas mujeres mayores de 12 años que lo deseen, siempre que estén correctamente inscritas".

El precio de inscripción era de 6€, uno de los cuales iría destinado en concepto de donativo a la AECC (Asociación Española Contra el Cáncer).

Me parece una iniciativa estupenda: fomentar la práctica del deporte al aire libre y en familia (pues se podía participar por grupos formados por madres e hijas, suegras y nueras, hermanas...), y al mismo tiempo concienciar a la sociedad de la necesidad de financiar estudios en la dirección de la prevención y curación del cáncer en general y de mama en particular.

Pero, yo me pregunto: Si el objetivo era ese (conseguir fondos para la lucha contra el cáncer fomentando el deporte), ¿por qué no dejar participar a todo el mundo? Hay mucho hombres que corren. Hay mucho hombres que participan en todo este tipo de carreras y de iniciativas. Y, desgraciadamente, también hay muchos hombres con cáncer. De mama también. El número es pequeño pero también hay.

Aunque suene algo raro o algo "fuerte", esta iniciativa, aunque buena, me parece que es algo de "paripe". Si el objetivo es conseguir cuanto más dinero mejor, cuanta más personas participen, mejor. Además, de los seis euros de inscripción, uno solo de donativo me parece poco. Considero que las camisetas, por ejemplo, o el chip que cada corredora debía llevar, podían haberse ahorrado y haberse hacho así mayor esa donación.

10 de mayo de 2009

Mercado Medieval en la Plaza de la Luna de Madrid

"Es un mercadillo medieval. Los hay en todas partes. Es un negocio para el ayuntamiento". Es lo que se oye a pie de calle. O, más concretamente, lo que yo oí en la C/ Luna el otro día. Y es que hay un Mercado Medieval en la Plaza de la Luna de Madrid.

Cierto que no es el primer mercado medieval que se hace. Cierto que, a lo mejor, el encanto que tiene siendo novedad, puede que ahora lo haya perdido en parte. Y cierto también, que no deja de suponer un beneficio para el ayuntamiento. Pero de ahí a decirlo con ese desprecio...

Hay mercados medievales más grandes y más pequeños. Los hay más bonitos y más feos. E incluso los hay que cambian la forma de vida de todo un pueblo, así como su decoración urbana, durante unos días. Pero este de la Plaza de la Luna debo reconocer que no está nada mal.

Es grande. Es bonito. Y es muy variado. Puedes encontrar (como es habitual en este tipo de mercados) desde puestos de juguetes de madera, hasta puestos de anillos artesanos, pasando por puestos de todo tipo de comida. De estos últimos yo destacaría dos, por distintos motivos.

Un par de puestos de comida que hay en la plaza estos días tienen expuestas unas sendas rebanadas de pan con tomatito picado, aceite, jamón... o bien con chorizo, o con queso, o con... ¡Es que sólo de mirarlas se hacía la boca agua!
Otro de los puestos de alimentación que me llamó la atención era uno de dulces que sí podían ser medievales, como almendras garrapiñadas, por ejemplo, y otros dulces que dudo mucho que existieran por aquel entonces, como, por ejemplo, las chuches.

Este tipo de mercados es negocio seguro para los ayuntamientos, sí. Pero también es una delicia para los ciudadanos. Y un modo de vida para los artesanos medievales, que, aún en nuestros días, siguen existiendo.

Os animo a ir a visitarlo.

24 de abril de 2009

La dificultad de las buenas historias

El Premio Cervantes este año se le ha otorgado a Juan Marsé, catalán. Esto de Catalán es algo que se menciona bastante en las crónicas de los diferentes periódicos. Según dijo él en su discurso, Marsé es "un catalán que escribe en castellano y nunca he visto nada anormal en ello". Y es que no lo hay. Como si escribiera en catalán, tampoco habría nada anormal en ello, puesto que es catalán. Pero es que, yendo más lejos aún, aunque escribiese en polaco, si es su forma de expresar sus historias, nada anormal hay en ello. Sería un poco raro, lo de que escribiera en polaco, pero anormal no.

A parte del idioma hay otras cosas de las que habló en su discurso ayer y que destacan los periódicos, como su crítica a los medios de comunicación, que según él "son abrumadores y no dejan tiempo para la reflexión"; o como su alusión a lo que es la memoria histórica, por ejemplo. De estas dos cosas sólo diré un par de apuntes que me parecen interesantes, pero después me centraré a lo que me ha llevado a dedicar la entrada de hoy a este escritor.

Dijo Marsé ayer en Alcalá de Henares: "A riesgo de equivocarme, soy del parecer que más de la mitad de lo que hoy entendemos por cultura popular proviene y se nutre de lo que no merece ser visto ni oído en la televisión". Me parece una afirmación ante la que hay que quitarse el sombrero. Y es que en la televisión de hoy en día prima más los índices de audiencias que los niveles culturales.

En otro orden de cosas, sobre la memoria y su papel en su oficio, dijo que en la literatura "imaginación y memoria son dos palabras que van siempre entrelazadas" y que "un escritor no es nada sin imaginación, pero tampoco sin memoria, sea ésta personal o colectiva". El olvido es el peor castigo, creo yo.

Si hay algo que destaca de las letras que le han dedicado hoy los periódicos a Marsé es que son muy bonitas palabras. Y precisamente sobre la belleza del lenguaje habló también él. Pues según dijo, más que el tema de la historia, lo que la va a hacer que perviva en el tiempo es el buen lenguaje que se emplee en ella. Pero el lenguaje no lo es todo. Es parte importante, no lo dudo, pero Marsé reivindicó la literatura hecha de buenas historias.

¡Qué difícil es encontrar una buena historia que contar! Lo malo de esto es que hay escritores que, no habiendo encontrado una buena historia que contar, cuentan la primera historia que se les ocurre. No le quito merito, pues bastante difícil es ya escribir una historia, aunque sea mediocre, pero encontrar una buena, buena, buena historia que leer se convierte muchas veces en un gran reto. Pero eso sí, por otra parte, este hecho hace que encontrar esa buena historia bien escrita sea una verdadera delicia.

23 de abril de 2009

¡Bienvenidos!

Hola, y bienvenidos a "Vanesa Miscelánea", un blog pensado para... pensar. Y hablar. Y opinar. Y para debatir, por qué no. Pero siempre dentro de un orden.

La idea es, cada día, escoger un tema distinto: de actualidad, de ocio, de viajes, de noticias, de... ¡lo que sea! y reflexionar sobre él.

Su título es "Vanesa Miscelánea" por algo. "Vanesa" porque seré yo quien proponga los temas. "Miscelánea" porque todo cabe: cualquier tema y cualquier opinión. Pero siempre dentro del respeto hacia las opiniones de los demás.

Espero que os resulte útil, os guste y os entretenga. ¡Estáis todos invitados a participar!